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Cuscús

Cuscús de bogavante

No sé por qué, cuando llega el calor me apetece muchísimo la comida exótica y de éstas, la que más me gusta, la marroquí. Tengo la ventaja de que a toda mi familia le apasiona el jengibre, el cilantro, la harissa, por lo que no tengo problemas. De hecho, si sobra, se pelean por comerlo al día siguiente.

La marroquí es una cocina sabrosa y llena de matices, que te gusta desde que la cocinas por los aromas que desprende. Aún no he encontrado a  nadie que se resista ante un buen cuscús de cordero.

Pero hoy no voy a hablar del cuscús de cordero, sino de uno que podría calificarse de plato de “fiesta”. Un cuscús de bogavante. Me decidí por éste para aprovechar un bogavante congelado que tenía y que no me apetecía repetir con el tan manido arroz, buscaba otra cosa. Cuando no sé qué cocinar siempre trasiego por mis libros, buscando ideas de platos, sugerencias y, normalmente, el de cocina marroquí siempre está entre los que me saca de dudas.

Es un plato perfecto para un comida veraniega y más aún si, como hice yo, lo acompañáis con un Pago del Vicario Petit Verdot, un maridaje perfecto.

¡A por ello!

Cuscús de Bogavante

Cuscús de bogavante con verduras. CP

Ingredientes:

Un caldo de verduras de temporada hecho con dos zanahorias, un nabo, un puerro, un calabacín, una hoja de laurel, una rama de tomillo, un trozo de jengibre, perejil y cilantro.

Dos bogavantes (pueden ser congelados).

100 grs de pimiento rojo.

100 gr de pimiento verde.

100 gr de calabacín.

100 grs de berenjena.

8 zanahorias baby.

Dátiles.

Mantequilla.

Un trozo de jengibre.

Aceite de oliva Virgen Extra.

Sal.

300 grs de cuscús.

Elaboración:

1. Lo primer evidentemente es tener preparado el caldo de verduras que habremos hecho con tiempo. En el caldo no puede faltar ni el jengibre ni el cilantro que le van a dar el toque aromático.

2. Con este caldo, prepararemos el cuscús según indique el paquete. Normalmente, como están precocidos, ponemos en un recipiente el cuscús y lo cubrimos con la misma cantidad de caldo hirviendo. Lo tapamos y dejamos reposar 5 minutos. Una vez haya absorbido todo el caldo, le ponemos mantequilla y lo vamos desmenuzando para que quede suelto. Reservamos.

3. Ponemos agua a cocer con sal generosa y cuando está hirviendo añadimos los bogavantes enteros para escaldarlos y los dejamos 14 minutos. Una vez cocidos, los partimos a lo largo, se separa la cola, se pela y se corta en trozos. Siempre con cuidado de no romper los caparazones y los reservamos.

4. Se reserva esta carne, por un lado, y, por otro, las cabezas y las pinzas.

5. Picamos en dados pequeños las verduras, el jengibre y los dátiles. Ponemos un dedo de aceite en una sartén y vamos pochando las verduras hasta que estén al dente, entonces las salpimentamos y reservamos.

6. Mientras, hervimos en un cazo aparte con agua y sal las zanahorias, tardarán unos 8 minutos. Una vez cocidas, las escurrimos bien, ponemos una nuez de mantequilla en una sartén y las salteamos junto a la carne del bogavante.

7. Para montar el plato, rellenamos las carcasas de las colas del bogavante con las verduras salteadas.

8. Hacemos una pirámide de cuscús en cada plato y sobre ella ponemos una mitad de cola rellena de verduras, medida cabeza y las pinzas.

Queda espectacular a la vista. ¡Mejor sabe!

Bizcocho de melocotón y jengibre. CP

Cómo empezar el otoño con buen pie: Bizcocho de melocotón y jengibre

Llega el otoño y apetece encender el horno para hacer un buen bizcocho. No es tontería: los bizcochos y las magdalenas caseras crean adicción, en mi casa ya no se puede pasar un fin de semana sin tomarse un humeante dulce de horno en cuanto sopla la más mínima brisa otoñal. Y no lo hacemos antes porque hace demasiado calor y me niego a encender el horno por muy tercas que se pongan mis hijas, de lo contrario me veo horneando en pleno agosto.

Si habéis observado, esto no sólo me pasa a mí: los blog están estos días repletos de galletas, magdalenas, bollos…, en fin, todo lo que apetece cuando tienes que cerrar las ventanas de casa porque empieza a hacer fresquito  y los días amanecen lluviosos.

¡Y la sonrisa que se les pone a los niños (y a los mayores) cuando llegan a casa y huele a bizcocho recién hecho! Eso no tiene precio.

Por todo esto y porque me gusta trajinar entre masas, con los últimos frutos del verano, los melocotones, me he marcado un bizcocho con un toquecito de jengibre. El resultado: un aromático pastel, amarillo y esponjoso como sol de verano, ese que se nos ha ido.

Ingredientes:

250 gr. de melocotón pelado y en trozos

200 gr. de harina

Un sobre de levadura

200 gr. de azúcar

1 cc rasa de jengibre en polvo

70 gr. de aceite de oliva virgen extra

Azúcar glass

  1. Encendemos el horno para que se vaya calentando a 180ºC.
  2. Tamizamos la harina junto con la levadura y la dejamos aparte (en Thx. –de ahora en adelante thermomix– 20 segundos a velocidad 3).
  3. Trituramos completamente el melocotón y el azúcar con una batidora. (Thx. unos segundos a máxima velocidad hasta estén completamente reducidos a puré).
  4. A este puré de melocotón, le ponemos los cuatro huevos y el jengibre y lo batimos intensamente durante unos minutos hasta que quede esponjosos (Thx. 6 minutos, velocidad 4 con la mariposa)
  5. Añadimos el aceite y lo mezclamos unos segundos (Thx. retiramos la mariposa y batimos 15 segundos, velocidad 4).
  6. Por último, incorporamos la harina con la levadura que habíamos tamizado al principio (Thx. 4 segundos, velocidad 4).
  7. Comprobamos que esté bien mezclado y lo ponemos en un molde alargado, previamente engrasado con mantequilla o forrado con papel de horno.
  8. Lo metemos al horno unos 30 minutos, aunque es conveniente tenerlo vigilado.
  9. Estará cuando el pinchar el bizcocho con una aguja, ésta salga limpia.

No os quiero decir cómo está con un café recién hecho.

Así, ¿a quién le importa que llegue el otoño?

Cocina Pasión

Pollo al curry. CP

Pollo al curry (o a la mezcla de especias)

Estaréis pensando que dónde está el pollo al curry que os prometí en mi última entrada. Tenéis razón. Es que no sé lo que pasa pero el tiempo vuela y los días se me hacen cortos entre cocinar, fotografiar, contar y mis otras obligaciones que, a veces, parece que se multiplican.

Pero ya estoy aquí. El pollo al curry de hoy no es estrictamente el curry que conocemos, es decir, una mezcla de especias en polvo que compramos ya elaborada y molida. Éste es un plato especiado pero con unas especias que nosotros mismos elegiremos y trituraremos convenientemente.  En realidad, curry significa originariamente “mezcla de especias” y cada cocinero hindú tiene su propia combinación. Lo que actualmente conocemos como curry es una creación anglo-india.

La India es un país tan extenso que no hay una cocina definida ya que varía mucho según las zonas. La diferencia es total entre el este y el resto de la India. En el este, los hindúes comen carne (excepto vaca, buey y cerdo) y pescado, mientras que en otras regiones son vegetarianos.

Aun así, aproximarse en casa a la  cocina hindú es una experiencia culinaria muy gratificante. Mezclar y oler las especias mientras las vas machando o añadiendo a la olla resulta muy atractivo y los olores de los que se queda impregnada la cocina y las manos del cocinero tienen un toque oriental que hace que, ya solo eso, te alimente.

Yo, además, soy muy afortunada porque a mi familia les encanta cualquier plato especiado, los arroces pilaf, el curry, el jengibre, los cuscús de cordero, los tajines de pescado o carne, todo les viene bien y creo que es el tipo de cocina con el que más disfrutan.

Una cosa más, mejor dos…: no debemos tener miedo a la hora de añadir las especias, nos debe quedar un plato armonioso pero con un punto de fuerza; además el pollo debemos cocinarlo sin piel, para que las especias penetren en la carne y se aromatice completamente.

Pollo al curry. CP.

Pollo al curry. CP.

Ingredientes (4 personas)

4 pechugas de pollo enteras deshuesadas

Un trozo de raíz de jengibre

6 dientes de ajo

3 cebollas

1 guindilla

4 vainas de cardamomo

4 clavos

Canela en rama

150 ml de yogur natural

Vinagre de manzana

Azúcar

Sal

Aceite de oliva (se puede usar mantequilla)

  1. Rallamos el jengibre, dos cebollas y los ajos. La otra cebolla la cortamos en juliana.
  2. Ponemos un poco de aceite de oliva o mantequilla en una sartén y doramos la cebolla en juliana, la retiramos y reservamos.
  3. Añadimos los ingredientes que hemos rallado, machamos el cardamomo y la guindilla y los añadimos también; además ponemos  los calvos, la canela, el yogur, una cucharada de vinagre, una cucharadita de azúcar y otra de sal. Incorporamos el pollo y dejamos cocer hasta que se evapore el líquido.
  4. Entonces, añadimos un vaso pequeño de agua, cuando empiece a hervir bajamos el fuego y dejamos cocer muy lento hasta que esté el pollo tierno (unos 40 minutos). En el momento de servir incorporamos la cebolla que teníamos reservada.

Este plato, con el arroz pilaf de la entrada anterior constituye una cocina muy completa. ¡Dejaos envolver por la magia de las especias!

Cocina Pasión

Lomo mechado con ciruelas. CP

Lomo de cerdo mechado con ciruelas

Me parece muy difícil dar ideas para cocinar en estas fiestas navideñas: cada casa es un mundo y la  Navidad de cada uno de nosotros, distinta. No tiene comparación la celebración, gastronómicamente hablando, de una persona que le encanta la cocina y tiene tiempo para dedicarse, con la de otra que no tiene idea o tiempo o, simplemente, no le gusta.

Hay que tener en cuenta también que en muchas familias no se innova en Navidad, se sigue la tradición de la familia a rajatabla y se ponen los mismos platos, año tras año. Otros, sin embargo, aprovechan estas fiestas para innovar, para sorprender, para hacer platos nuevos o, incluso, para desafiarse a sí mismos con un menú sofisticado.

En mi caso, siempre me gusta buscar platos distintos aunque en una u otra fecha solemos respetar el capón relleno, el resto suele cambiar cada año.

La receta que traigo hoy es simplemente una idea, un lomo relleno de ciruelas que se puede cocinar para uno de estos días de fiesta o guardarlo para cualquier otro a lo largo del año. Este plato es de procedencia sueca y se suele acompañar con una ensalada de pepino encurtido cuya receta os daré mañana, ya que sirve también para cualquier plato de pescado y pone una nota distinta.

Tiene una ventaja, es bastante sencillo de hacer; y otra, es muy barato y los ingredientes los encuentras en cualquier sitio. Vaya, que puede ser buena opción si tienes que improvisar una de las cenas o comidas de estos días festivos.

Ingredientes (4 personas)

Una pieza de lomo de un kilo (dejad algo de grasa por encima para que esté más jugoso)

Ciruelas pasas sin hueso

2 cc de sal

1cc de jengibre molido

Pimienta negra

2 manzanas reinetas troceadas

2 cebollas

2 cucharadas de salsa de soja

  1. Ponemos a calentar el horno a 220ºC. Mientras, cogemos la pieza de lomo y con un cuchillo ancho hacemos una incisión justo en el centro de la pieza por uno de los extremos para poder mechar el lomo con las ciruelas. Por esta incisión y con la ayuda del mango de una cuchara larga vamos introduciendo una a una las ciruelas apretándolas para que el centro del lomo quede completamente lleno.
  2. Mezclamos la sal, el jengibre y una cantidad de pimienta negra recién molida a gusto y frotamos toda la carne. Lo atamos pasando el hilo también por los extremos para evitar que se salgan las ciruelas.
  3. Ponemos el lomo en una fuente de asar untada con aceite de oliva y lo rodeamos con las manzanas en trozos, las cebollas también en trozos y cinco ciruelas pasas. Lo dejamos una hora aproximadamente. Estará cuando la piel esté tostada y al pincharlo el jugo salga transparente.
  4. Una vez hecho, sacamos la fuente del horno, ponemos la salsa aparte con las frutas y la cebolla, añadimos la salsa de soja y trituramos bien.
  5. Para servir, cortamos el lomo en rodajas y acompañamos con la salsa aparte. Una buena guarnición será cualquier puré ligeramente dulce, como el de membrillo o manzana, unas patatas en gajos o incluso un puré  de castañas.

Cocina Pasión

Chutney de tomate cherry verde. CP

Chutney de tomate verde

En los últimos días he estado muy ocupada quitando mi huerto urbano de verano y plantando el de otoño-invierno. Lo más doloroso es que he tenido que arrancar las tomateras, que aún estaban llenas de tomates todavía verdes que ya, con la bajada de temperaturas, no van a madurar.

Algunos, los menos, están enrojeciendo en el interior de mi cocina pero con el resto tengo que hacer algo porque, si en mi casa hay una máxima es: “Aquí no se tira nada” (JP dixit). Es el momento de improvisar: tomates verdes fritos (los hice y fueron un éxito), chutney de tomates verdes e incluso una mermelada con algún toque distinto.

De momento he preparado el chutney de tomate verde que me pareció una alternativa original y que puedo conservar para más adelante, pero como aún me quedan tomates creo que me decidiré también por la mermelada.

El chutney es otra forma de conservar las frutas y las verduras en un jarabe fuerte de especias, vinagre y azúcar. Muchos creemos que es un plato indio, sin embargo, es una especialidad británica que se remonta a la época colonial.

Este chutney de tomates verdes no es muy picante, aunque podéis añadir algo más de guindilla si os gusta, pero su sabor es fuerte y combinará bien con pollo, pavo o con el lomo de cerdo a la sal que os dejé hace meses e incluso con algún queso suave o un fiambre.

Atreveos con él, es un acompañamiento que siempre sorprende a los comensales y ofrece un toque aromático, además es una forma estupenda de aprovechar mis tomatitos verdes.

Chutney de tomate verde. CP.

Chutney de tomate verde. CP.

Ingredientes (para 800 grs. de chutney)

650 gramos de tomates cherry verdes (sirve también otro tomate verde)

150 grs. de cebolla

2 dientes de ajo machacados

90 grs. de ciruelas pasas o uvas pasas

1 guindilla fresca (o 1 cayena)

175 grs. de azúcar moreno

15 grs de jengibre en un trozo

1 cc de sal

200 ml de vinagre de manzana

1 cc de pimienta de Jamaica

Este chutney lo he hecho en la thermomix porque es mucho más fácil, ya que no tienes que ir removiendo, pero también lo podéis hacer a mano. Para ello tenéis que picar bien todos los ingredientes antes de cocer.

  1. Lavamos bien los cherries y retiramos el rabito. Ponemos en la thermomix
  2. Pelamos y cortamos las cebollas y las  añadimos a la thermomix.
  3. Incluimos además los dientes de ajo machacados y la guindilla.
  4. Trituramos todo el conjunto 2 segundos, velocidad 6 y ½, para que quede cortado en pequeños trozos.
  5. Añadimos el jengibre en rodajitas y el resto de los ingredientes.
  6. Cocinamos 100ºC, velocidad cucharada, 60 minutos.
  7. Nos debe quedar como una mermelada. Una vez terminado podemos envasarlo al vacío ya que está mejor si esperamos un mes para comerlo.

Bien y, ahora, ¿qué hago con la otra mitad de mis cherries? Admito sugerencias.

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