“La comida era sencilla y excelente: pepinos troceados con menta y una pesada leche agria, un pilah ligero preparado con trozos de cordero magro, pollo, cerezas y albaricoques cocidos” (“El Médico”, Noah Gordon) Os preguntaréis por qué empiezo con una cita literaria, pues porque este libro es el culpable de que yo traiga hoy al blog un arroz pilaf o pilaw. Esta novela, aparte de los avatares del aprendiz de médico, tiene varias citas relativas a los alimentos y la comida que el protagonista degusta en los distintos países y culturas por los que pasa. Por ejemplo, los capítulos que se desarrollan en la antigua Persia están lleno de referencias a este plato de arroz con distintos aderezos y a otras delicias culinarias.
La lectura de este libro ha provocado que capítulo a capítulo haya desarrollado un deseo voraz de cocinar un buen plato de aromático arroz al estilo persa, ansia que se ha multiplicado por el ambiente exótico al que te transporta Noah Gordon.
Esto no es nuevo para mí, si los libros que leo tienen citas gastronómicas me entra un hambre atroz y un afán incontenible por degustar esos platos.
El pilaf es una preparación de arroz de origen oriental en el que se rehoga con mantequilla o aceite, se moja con caldo y se especia. Se pueden añadir también carnes, pescados o verduras.
En realidad es muy sencillo, el secreto está en los aderezos, ya que hay algunos simplemente con cebolla y algo de mantequilla y otros a los que se les añaden frutos secos, higadillos de pollo, frutas y todo tipo de especias.
Bueno y ya pongo la receta y me voy a comer el arroz que los aromas me están haciendo salivar.
La próxima receta, la del “pollo al curry” que me voy a zampar con el arroz.
Ingredientes (4 personas)
300 gr. de arroz basmati
5 clavos de olor
1 cc. de canela en polvo
6 vainas de cardamomo
½ cc de cúrcuma
40 gr. de pasas
40 gr. de almendras fileteadas
2 hojas de laurel
1 cc de azúcar
1cc de sal
½ cc de cominos
2 cm de raíz de jengibre
Hebras de azafrán
Aceite de oliva
- Dejamos el arroz en agua fría durante 10 minutos. Lo escurrimos bien, quitando toda el agua, y lo extendemos en una fuente.
- Espolvoreamos con los clavos, la canela, cardamomo, cúrcuma, pasas, almendras, sal y azúcar y una cucharadita de aceite. Lo revolvemos todo y dejamos aromatizar 15 minutos.
- Calentamos un par de cucharadas de aceite de oliva y añadimos los cominos, el jengibre picado y todo el arroz. Damos vuelta hasta que veamos que está transparente, momento en que añadimos 750 cl de agua caliente.
- Cuando empiece a hervir bajamos el fuego y dejamos cocer lentamente hasta que el agua se haya evaporado, unos 15 minutos. Probamos de sal. Cuando esté en su punto añadimos las hebras de azafrán remojadas en un poco de agua caliente, tapamos y dejamos reposar cinco minutos.
- Sólo con eso ya está listo para tomar.
¡Ójala, os guste!
Cocina Pasión