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Calabacines rellenos de bacalao. CP

Calabacines rellenos de bacalao ajoarriero

¿Que me gustan las verduras? No es ningún secreto ya que el 90 por ciento de las recetas de este blog, incorporan verduras, por no hablar de las que solo llevan vegetales, que son también batallón. Pero qué le voy a hacer, cuando llego al puesto de las verduras en el mercado no puedo reprimirme y luego, ¡hala! a buscar recetas para cocinarlas, tarea fácil y placentera, aunque siempre te aboca a la duda.

Como ya imagináis, la receta de hoy va de verduras, pero no tiene mérito decir “hoy me he comido unas verduritas”, aunque si queremos disimular este es el plato perfecto: “calabacines rellenos de bacalao al ajoarriero”. En mi universo particular, es el bocado ideal, verduras y bacalao, dos de mi “tótems” alimenticios; pero además, todos en casa (sobre todo los niños) rebañaron el plato, y pringaron bien, sin poner ni un pero. Lo cierto es que el pellizco sabroso del bacalao va perfecto con la suavidad del calabacín y, si te sobra bacalao del relleno, no te digo cómo está con un par de huevos fritos.

Los calabacines  prefiero cortarlos en forma de cilindro; son más entretenidos de preparar, pero el plato resulta más sabroso porque la carne del calabacín rodea por completo el bacalao y el bocado queda perfecto.

En fin, plato redondo, sabroso,  con verduras y pescado, ideal desde para comer cualquier día o como entrante para una comida con invitados. Por las sobras, ¡se matarán en tu cocina!

Ingredientes (para cuatro personas)

300 grs. de bacalao desalado

Una cebolleta

Un pimiento verde

2 dientes de ajo

Un pizca de guindilla (opcional)

2 cc de pulpa de pimiento choricero

Tres calabacines

Salsa de tomate

Aceite de oliva virgen extra

Sal

  1. Lo primero que tenemos que hacer es el guiso de bacalao arriero. Para ello, preparamos un sofrito a fuego lento con la cebolla, el pimiento verde y los dientes de ajo, todo ello cortado muy fino. Lo dejamos pochar con un buen chorro de aceite de oliva.
  2. Mientras se hace el sofrito, escurrimos el bacalao, (guardamos medio vaso de agua de desalar el bacalao) y lo desmigamos.
  3. Cuando el sofrito está hecho, ponemos la carne del pimiento,  tres cucharadas de la salsa de tomate,  y la pizca de guindilla, si la ponemos. Rehogamos todo para que se mezclen los sabores unos cinco minutos e incorporamos el bacalao.
  4. Damos unas vueltas al pescado para mezclarlo bien con el resto de las verduras y añadimos algo del agua del propio bacalao. Dejamos cocer entre 10 y 15 minutos. Rectificamos de sal y apartamos del fuego.
  5. Lavamos bien los calabacines  y los cortamos en trozos de 5 cts. Ponemos agua a hervir con sal, cocemos los calabacines unos 14 minutos. Los escurrimos bien.
  6. Cuando se hayan enfriado  un poco para poder manipularlos, vaciamos con una cucharilla el centro del calabacín, donde están las pipas, sin llegar al final y cubrimos el hueco con el bacalao guisado.
  7. Lo vamos poniendo en una fuente de horno untada con aceite. Cuando los vayamos a servir, le damos un golpe de horno de 5 minutos, y servimos emplatados con un fondo de salsa de tomate caliente.

 Cocina Pasión

Farfalle con falso pesto a la cerveza. CP.

Farfalle con falso pesto a la cerveza

Llevo todo el día enganchada a las novedades de «Madrid Fusión 2014», quizá por eso no he podido mantener el propósito que me había hecho hoy de comer  frugalmente, apenas unos filetes de pechuga de pollo a la plancha, para compensar el abundante cocido de puchero que tomé junto a mi familia en Mejorada (Toledo). Sin embargo, como os decía, se me ha despertado tal hambre tras pasarme toda la mañana leyendo y leyendo las elaboraciones en los distintos talleres, los platos presentados, las novedades, que he decido que me merecía algo mejor.

Es cierto que no he hecho ninguna esferificación, ni cocina al vacío, pero estas  “Farfalle (mariposas de pasta) con falso pesto a la cerveza” que os traigo hoy tienen un sabor  suculento y rotundamente mediterráneo. Las he improvisado tras pasear por algunos de los blogs y revistas de cocina italiana que tanto me gustan. Lo de falso pesto se lo he puesto porque lleva todos los ingredientes del pesto (parmesano, ajo, piñones, aceite), pero sin triturar. El toque final se lo da el aceite a la albahaca que tengo guardado como oro en paño en casa y que hice con las abundantes hojas que me dieron las dos plantas que este verano cultivé en mi huerto.

Espero que os guste.

Ingredientes  (4 personas)

400 grs de farfalle

Aceite de oliva

Dos ajos pequeños o uno grande

Dos cucharadas de piñones

Dos cucharadas de aceitunas negras

Un calabacín mediano

250 grs de tomates cherry

Parmesano rallado

Medio vaso pequeño de cerveza rubia

Sal

Pimienta negra

Aceite de albahaca o en su defecto unas hojas de albahaca

  1. Ponemos un  buen chorro de aceite de oliva en una sartén y rehogamos lentamente el ajo machacado. Añadimos, después, los piñones y las aceitunas cortadas en trozos. Lo rehogamos durante cinco minutos.
  2. Mientras, cortamos el calabacín en rodajas final y las añadimos a la sartén. Vamos dando vueltas a los calabacines hasta que se hayan rehogando, unos diez minutos, y añadimos el medio vaso de cerveza. Entonces lo dejamos cocer lentamente hasta que los calabacines se hayan ablandado y la cerveza se haya evaporado.
  3. Una vez hechos los calabacines, incorporamos los tomates cortados a la mitad y condimentamos con sal y pimienta negra recién molida. Dejamos hacer los tomates removiendo de vez en cuando hasta que estén al dente.
  4. Al mismo tiempo, cocemos las farfalle. Cuando estén al punto las escurrimos y las servimos con la salsa por encima, un buen pellizco de parmesano y un chorrito de aceite de albahaca.

Cocina Pasión

Ratatouille

Cocina de temporada: Ratatouille

Si hay algo que me gusta hacer es comparar lo que se cocina en distintas partes de la costa del Mediterráneo con los mismos ingredientes. Es sorprendente ver y, sobretodo, probar, los distintos platos que se pueden elaborar con verduras de la huerta mediterránea de verano: el pimiento, la berenjena, el calabacín, la cebolla y el tomate han dado lugar a un sinfín de platos que reflejan los aromas y la forma de hacer de cada país, cada región o cultura.

No sabría decir cuál me gusta más, si el pisto extremeño, la ratatouille de la Provenza francesa, la caponata siciliana, la sanfaina catalana, el briani griego… Todos ellos son muy sabrosos pero quizá mis favoritos sean los más aromáticos por las hierbas de Provenza o por el apio  y las alcaparras de la italiana.

En próximos días iremos elaborando estas recetas ya que son una opción ideal para el verano cuando las verduras de la huerta están en su mejor momento.

Hoy empezaré por un plato que ha alcanzado fama gracias a una película: Ratatouille. Os invito a que elaboréis este sencillo pero sabroso plato, con los mismos ingredientes que el pisto, pero que, a diferencia de éste, incorpora menos aceite de oliva y una aromático ramillete de hierbas de Provenza que le dan su aroma inconfundible. Eso sí, yo la cocina en una verdadera cazuela de hierro fundido.

Dejad que los olores de Provenza invadan vuestra cocina. Ya me contareis.

Ingredientes (para una buena cazuela)

3 calabacines grandes con piel

3 berenjenas con piel

3 pimientos verdes y  rojos

4 ó 5 tomates

3 cebollas

Aceite de oliva

Sal y pimienta negra

Un ramillete de hierbas frescas: tomillo, romero, laurel y perejil.

  1. Cortamos los calabacines y la berenjena en rodajas, y los pimientos, en dados. Pelamos los tomates y los troceamos también. Hacemos lo mismo con las cebollas y los ajos.
  2. Calentamos el aceite de oliva en una cazuela y doramos la cebolla, cuando coja color añadimos la berenjena y los pimientos y los damos unas vueltas (no hace falta que se frían como en el pisto, sino sólo darles unas vueltecitas).
  3. Añadimos el calabacín y el tomate, ajo, sal y pimienta recién molida.
  4. Con las hierbas hacemos un atadillo y lo ponemos encima.
  5. Se tapa la cazuela y se puede meter al horno o hacerlo al fuego. Yo lo suelo hacer en el fuego, lentamente para que las verduras suelten todos sus jugos y quede verdaderamente jugoso y sabroso. Tardará alrededor de una hora, pero si queda como demasiado jugo, destapad unos minutos la cazuela para que se evapore el caldo y quede más concentrado.
  6. Este guiso de verduras puede tomarse caliente pero en verano está mejor templado o frío, tanto como primer plato o como acompañamiento. Y aún mejor si lo hacéis de un día para otro.

Cocina Pasión

Calabacín relleno

Calabacines rellenos de carne y arroz

Hoy he optado por elaborar una receta para todos los gustos para compensar la anterior, “conejo en su guiso”, pues sé que esta carne no es del agrado de algunos paladares.

El “calabacín relleno con carne y arroz” es una receta a la que le tengo mucho cariño porque es una de las primeras que hice. Está en mi recetario hace mucho tiempo; cayó en mis manos a través de una de esos recortables que incluían en las revistas o lo suplementos dominicales que mis padres llevaban a casa, la recorté y la guarde, como hacía con todas. Aún hoy las conservo.

La receta es de Simone Ortega pero no está incluida en su famoso libro “2.080 recetas de cocina”, sino en uno que publicó posteriormente “Nuevas recetas de cocina”.

Estos calabacines son muy sencillos de preparar y permiten aprovechar un resto de carne o pollo asado o hervido. A lo largo de los años los he elaborado con restos de carne del cocido, pollo asado, carne picada, en fin, lo que tengáis en estos momentos en la nevera.

Ingredientes (para 4 personas)

4 calabacines mejor gruesos

200 gramos de restos de carne

4 cucharadas de arroz blanco

Salsa de tomate

Pan rallado

1 cebolla

Aceite de oliva

Sal y pimienta

  1. Limpiamos los calabacines (yo no los pelo) y los cortamos en trozos de 4 cms procurando que los trozos te salgan iguales.
  2. Cocemos  los calabacines durante 10 minutos en agua con sal. Cuando estén, los sacamos y los dejamos escurriendo.
  3. Mientras, picamos la cebolla y la rehogamos con un poco de aceite. Cuando está transparente, añadimos la carne  y el arroz, salpimentamos y retiramos del fuego.
  4. Para rellenar los calabacines, retiramos con una cucharilla la parte de las pipas del calabacín sin llegar al fondo. Ese hueco lo rellenamos con la mezcla.
  5. Ponemos los calabacines en una fuente de horno untada con aceite. Se cubre cada calabacín con una cucharadita de salsa de tomate y se espolvorean con queso rallado. Un chorrito de aceite y al horno, 180ºC, durante 15 minutos o hasta que estén dorados por encima.

La receta es sencilla, pero os aseguro que también muy resultona y un buen entrante para cualquier comida o cena. ¡Os invito a probarla!

Pasta

Espaguetis con calabacín

Al menos una vez a la semana preparo pasta para comer. Es un pacto que tengo con mis hijas: ellas comen de todo pero, como normalmente les hago probar alimentos que la inmensa mayoría de los niños no comen (e incluso muchos adultos), cumplo con sus deseos  y una o dos veces cada semana cocino un buen plato de pasta.

La pasta es una buena excusa para que los niños coman todo tipo de verduras y pescados. Yo pocas veces cocino los típicos espaguetis con tomate, normalmente cambio las recetas y unas veces les pongo verduras, otras peces, moluscos, cefalópodos y hasta jabalí, como hacen en Toscana.

La cocina italiana es una de mis favoritas desde que estuve en Italia y descubrí su variedad, su riqueza, el abanico de verduras de todo tipo y el cuidado que siguen poniendo en conservar sus recetas tradicionales. Por eso me traje unos cuantos libros de cocina. De uno de ellos, concretamente de “La cuchara de Plata”, he sacado la  receta que he elaborado hoy.

Espero que os guste y si tenéis ocasión la probéis con los niños de vuestra familia.

Ingredientes (para 4 personas)

350 gr. de espaguetis

Una cebolla

Un diente de ajo

Unas hojas de salvia fresca

Una ramita de apio

400 gr.de tomates en daditos

200 gr. de mozzarella

350 gr. de calabacines en rodajas finas

Aceite de oliva

Sal y pimienta

  1. Calentar el aceite, incorporar el diente de ajo, la cebolla entera, las hojas de salvia y la rama de apio. Rehogar durante cinco minutos sin que se arrebate.
  2. Incorporar los tomates, dar unas vueltas y añadir  los calabacines. Agregar sal y pimienta al gusto y dejar cocer todo entre 15 y 20 minutos.
  3. Mientras, cocer la pasta que puede ser seca o fresca.
  4. Cuando la salsa haya terminado, retirar la cebolla y el apio e incorporar la pasta, dar una vueltas para que se mezclen los sabores. Retirar del fuego, añadir el queso en dados y rectificar de sal.
  5. Servir inmediatamente. Poner en la mesa el molinillo de pimienta negra y un poco de queso parmesano por si alguien quiere intensificar el sabor.

Un plato completo en 20 minutos. ¿Quién da más?