La lombarda tiene la suerte o la desgracia de ser uno de esos alimentos que se identifica con una festividad concreta y se consume poco el resto del año. Yo misma, que desde pequeña he visto en la mesa navideña de mi casa la lombarda a la madrileña, he pasado años sin consumirla fuera de esas fechas.
Quizá el problema fuera que identificaba la lombarda con una comida copiosa y una elaboración laboriosa, pero nada más lejos de la realidad. La lombarda, como es sabido, es una col con un característico color morado o azulado, pero con un sabor bastante más delicado que el del su primo, el repollo. Su preparación puede ir desde la conocida a la madrileña, a la de simplemente hervida con una vinagreta, cortada en juliana en ensalada o con otros condimentos como los frutos secos o las especias.
Con el fin de reivindicar el consumo de esta verdura, en especial en estos meses invernales en los que está en su punto, traigo hoy esta receta de “Lombarda especiada”, un plato muy fácil de hacer pero sabroso y aromático gracias al clavo y la canela.
Creo que debemos darle una oportunidad a la atractiva lombarda más allá de la mesa navideña.
Ingredientes (para 4 personas)
Una lombarda mediana (un kilo aproximadamente)
Tres dientes de ajo
50 grs de piñones
50 grs de pasas
Aceite de oliva
Sal
Pimienta negra en grano
Clavo
Canela molida
- Lavamos bien la lombarda la cortamos en juliana, eliminando los troncos duros.
- Ponemos agua con sal a hervir y en el momento de ebullición añadimos la verdura. Debemos tenerla hirviendo hasta que esté tierna, yo suelo dejarla unos 20 minutos.
- Mientras, ponemos un fondo de aceite en una sartén y doramos los dientes de ajo pelados y en trozos grandes. Cuando están ligeramente tostados los sacamos y los ponemos en el mortero.
- Añadimos al aceite los piñones y los tostamos ligeramente, en ese momento incorporamos la lombarda bien escurrida y también la rehogamos un par de minutos. Ponemos entonces las pasas.
- En el mortero reservado, machacamos los ajos fritos, 5 bolitas de pimienta negra y dos clavos. Cuando esté bien machacado lo añadimos a la sartén junto con un poco de agua de la cocción, rectificamos de sal y espolvoreamos algo de canela por encima. Tapamos y dejamos que se haga todo junto cinco minutos para que se mezclen los sabores.
Veréis como el resultado no os defraudará y os invitará a comer lombarda más a menudo.
Cocina Pasión