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Mayonesa Casera. CP.

Cómo hacer y conservar una mayonesa casera

La entrada de hoy inaugura una nueva sección de cocina y platos básicos que me han estado demandando últimamente. Quizá, los que nos gusta la cocina y hemos cocinado desde siempre creemos que hay cosas que no hace falta explicar pero, con este blog, me he dado cuenta que no es así. La mayoría de las personas  han olvidado o nunca han aprendido preparaciones básicas o platos tradicionales, sobre todo, aquéllos que se compran ya hechos en los supermercados. Es el caso de salsas como la mayonesa, la salsa rosa o la de tomate y de algunos platos tan enraizados en nuestro día a día como la ensaladilla rusa o la tortilla de patata.

Cuando voy a otras casas me doy cuenta de cómo ya todo el mundo utiliza mayonesa comprada o de “bote”; en parte se debe a la comodidad; en parte, al desconocimiento de cómo hacerla; y en este caso concreto, a la creencia de que la salmonella va a contaminar cualquier mayonesa hecha en casa. Nada más lejos, con las debidas precauciones, pero no sólo con la mayonesa sino con todas las preparaciones, no hay ningún peligro. Os lo digo yo que llevo décadas tomando mayonesa hecha primero por mi madre y luego por mí y nunca hemos tenido en casa un caso de contaminación.

Una mayonesa casera, con un buen aceite de oliva y huevos frescos, es algo muy básico pero imprescindible a la hora de servir unos espárragos blancos de Navarra, una merluza fresca o una ensaladilla. Esta preparación que no lleva más de cinco minutos puede hacer que una merluza simplemente al vapor se convierta en algo sublime.

No entiendo, como me pasó hace algunos días, que uno compre una dorada fresca, la prepare a la sal para una celebración familiar y luego lo estropeé poniendo una mayonesa comprada. Si hacemos lo mayor, la dorada, hagamos luego lo más sencillo.

Yo suelo hacer la mayonesa con dos parte de aceite de oliva y una de aceite de oliva virgen extra con el fin de que no esté tan fuerte. Con alguna variedad de aceite de oliva, como sucede con la cornicabra, sale excesivamente picante cuando se trata de virgen extra.

Siempre utilizo vinagre de Jerez, es mi favorito y es el que suelo utilizar para una mayonesa destinada a aliñar una ensalada. Si queremos sabor más suave podemos elegir limón o vinagre de manzana, a gusto.

Para hacer esta salsa, sólo necesitamos una batidora de mano o “minipimer” de toda la vida.

Normas básicas:

  1. Nunca cascar el huevo en el mismo recipiente donde vamos a hacer la mayonesa, eso podría contaminarlo.
  2. Lavarse las manos inmediatamente después de cascar el huevo.
  3. Conservar los huevos en frío hasta su utilización. En verano se puede poner también en frío el recipiente dónde se va a hacer la mayonesa un rato antes de hacerla.
  4. Nada más confeccionar la salsa, taparla y ponerla en la nevera hasta el momento de su uso. Yo la suelo hacer apenas un cuarto de hora antes de utilizarla y, hasta entonces, la dejo en frío.
  5. Es importante saber que la salmonella es un género de bacteria que prolifera con el calor, por lo tanto, el frío evita su proliferación.

Ingredientes (para una cantidad pequeña)

Un huevo fresco

200 ml de aceite de oliva (1 tercio virgen extra)

Sal

Vinagre de Jerez

  1. Cascamos el huevo y lo ponemos en un recipiente preferiblemente estrecho y alto. Va muy bien el que suele venir con las batidoras de mano.
  2. Ponemos el aceite, sal al gusto y una cucharada de vinagre.
  3. Para que salga bien, dejamos la batidora en velocidad media y la metemos totalmente en el recipiente, comenzamos a batir de manera constante y sin moverla. Observamos y cuando veamos que le mezcla coge consistencia y va subiendo a algo más de la mitad de la totalidad del aceite, vamos levantando lentamente la batidora sin dejar de batir. En apenas un minuto más estará completamente hecha.
  4. Probamos para rectificar de sal y vinagre.
  5. Si vemos que ha quedado demasiado clara para nuestro gusto, añadimos algo más de aceite, si está demasiado espesa, ponemos un poquito de agua fría. Hay que tener en cuenta que la textura de la mayonesa es importante dependiendo del destino que le vayamos a dar. Para una ensaladilla, la textura debe ser más clara, para acompañar unos espárragos, más espesa.

 Una vez hecha se deja tapada en el frigorífico. En invierno, si os sobra algo lo podéis conservar hasta el día siguiente.

Una vez que probéis a hacerla, veréis que no tiene comparación y lo importante que es si queremos que un plato crezca como tal y no se convierta en una comida improvisada o de circunstancias.

Cocina Pasión

Chutney de tomate cherry verde. CP

Chutney de tomate verde

En los últimos días he estado muy ocupada quitando mi huerto urbano de verano y plantando el de otoño-invierno. Lo más doloroso es que he tenido que arrancar las tomateras, que aún estaban llenas de tomates todavía verdes que ya, con la bajada de temperaturas, no van a madurar.

Algunos, los menos, están enrojeciendo en el interior de mi cocina pero con el resto tengo que hacer algo porque, si en mi casa hay una máxima es: “Aquí no se tira nada” (JP dixit). Es el momento de improvisar: tomates verdes fritos (los hice y fueron un éxito), chutney de tomates verdes e incluso una mermelada con algún toque distinto.

De momento he preparado el chutney de tomate verde que me pareció una alternativa original y que puedo conservar para más adelante, pero como aún me quedan tomates creo que me decidiré también por la mermelada.

El chutney es otra forma de conservar las frutas y las verduras en un jarabe fuerte de especias, vinagre y azúcar. Muchos creemos que es un plato indio, sin embargo, es una especialidad británica que se remonta a la época colonial.

Este chutney de tomates verdes no es muy picante, aunque podéis añadir algo más de guindilla si os gusta, pero su sabor es fuerte y combinará bien con pollo, pavo o con el lomo de cerdo a la sal que os dejé hace meses e incluso con algún queso suave o un fiambre.

Atreveos con él, es un acompañamiento que siempre sorprende a los comensales y ofrece un toque aromático, además es una forma estupenda de aprovechar mis tomatitos verdes.

Chutney de tomate verde. CP.

Chutney de tomate verde. CP.

Ingredientes (para 800 grs. de chutney)

650 gramos de tomates cherry verdes (sirve también otro tomate verde)

150 grs. de cebolla

2 dientes de ajo machacados

90 grs. de ciruelas pasas o uvas pasas

1 guindilla fresca (o 1 cayena)

175 grs. de azúcar moreno

15 grs de jengibre en un trozo

1 cc de sal

200 ml de vinagre de manzana

1 cc de pimienta de Jamaica

Este chutney lo he hecho en la thermomix porque es mucho más fácil, ya que no tienes que ir removiendo, pero también lo podéis hacer a mano. Para ello tenéis que picar bien todos los ingredientes antes de cocer.

  1. Lavamos bien los cherries y retiramos el rabito. Ponemos en la thermomix
  2. Pelamos y cortamos las cebollas y las  añadimos a la thermomix.
  3. Incluimos además los dientes de ajo machacados y la guindilla.
  4. Trituramos todo el conjunto 2 segundos, velocidad 6 y ½, para que quede cortado en pequeños trozos.
  5. Añadimos el jengibre en rodajitas y el resto de los ingredientes.
  6. Cocinamos 100ºC, velocidad cucharada, 60 minutos.
  7. Nos debe quedar como una mermelada. Una vez terminado podemos envasarlo al vacío ya que está mejor si esperamos un mes para comerlo.

Bien y, ahora, ¿qué hago con la otra mitad de mis cherries? Admito sugerencias.

Cocina Pasión

Tomates y albahaca de mi huerto. CP.

El último «pesto» del verano

En estos primeros días del otoño todavía sigo recogiendo los frutos de mi huerto urbano. El sol que aún calienta con fuerza en el hueco del día, madura los tomates y hacer crecer la albahaca. Por eso intento retener los aromas veraniegos que tanto echamos de menos durante los días de frío invierno.

Ayer recogía dos kilos de tomates, algunas berenjenas y un buen puñado de albahaca fresca. Esta última me hace especial ilusión ya que durante años intenté cultivarla en maceta sin éxito, pero desde que a principios del pasado mayo monté mi huerto, mis dos plantas de albahaca crecen tanto que, a veces, no doy abasto a consumirla.

Para poder retenerla algo más, ya que morirá en cuanto empiece el frío, me he puesto a hacer “pesto” como una loca. Luego lo envaso y congelo para sacarlo en los próximos meses. Hoy he hecho tres tipos de salsa: pesto, pesto rojo de tomates secos y «pesto alla trapanese», este último es una variante siciliana con tomates frescos, precisamente los que acababa de recoger.

La congelación es la única manera de conservar la albahaca durante un tiempo, aunque estoy pensando también en preparar un aceite de albahaca para aderezar pizzas, salsas de tomate y ensaladas de mozzarella y así poder aprovechar sus aromas.

De momento os daré la receta de pesto de albahaca y piñones, una salsa italiana que es mi favorita. Aunque hay distintas recetas con más o menos piñones, más o menos queso, yo suelo hacer la que recoge el famoso libro “La cuchara de plata”, la biblia de la cocina italiana, aunque con una salvedad: pongo un diente de ajo, porque mes gusta más las variantes que llevan este toque tan mediterráneo.

Para el “pesto alla trapanese” he seguido la receta del blog Food and Cook así que es suficiente con que pinchéis el enlace para poder elaborarla. La receta de pesto de tomate seco ya os la daré otro día. De momento tenéis trabajo…

Pesto, pesto de tomates secos y pesto alla trapanese. CP.

Pesto, pesto de tomates secos y pesto alla trapanese. CP.

Ingredientes:

40 hojas de albahaca

100 ml de aceite de oliva virgen

Un diente de ajo

40 gr. de piñones

25 gr. de parmesano

25 gr. de pecorino

Sal.

  1. Rallamos los dos quesos en la thermomix a velocidad máxima y los dejamos aparte.
  2. Añadimos los piñones y el ajo y los trituramos 4 segundos, velocidad 8.
  3. Sobre aquellos, ponemos las hojas de albahaca y trituramos 2 segundos más.
  4. Ahora los dos quesos, y mezclamos 4 segundos a velocidad 3
  5. Programamos unos segundo más a esta misma velocidad y vamos incorporando el aceite poco a poco.
  6. Rectificamos de sal.

Esta salsa la podéis envasar y congelar para más adelante o utilizarla en el mismo momento. Siempre es recomendable que aligeremos un poco la salsa con la propia agua de cocer la pasta para servirla.

Cocina Pasión

penne-a-lo-Salvo

Penne o macarrones a la «Salvo»

Siguiendo con mi viaje gastronómico tras las vacaciones, nos vamos a  Catania, en Sicilia, para preparar una receta de pasta. Y no es que haya estado allí el pasado mes de agosto, ¡ya me hubiera gustado!, yo no, pero un buen amigo mío sí y de allí me ha traído una receta que le sorprendido por su sencillez y por las conexiones con otra receta española.

Los “penne (también puedes ser macarrones) a la Salvo” son, algo así, como pasta con gazpacho, de hecho los ingredientes son casi los mismos que los del gazpacho andaluz. Es a la vez una receta de ésas que puedes improvisar cuando no sabes qué hacer o no tienes ganas de cocinar. Tanto es así, que cuando me dijo el nombre del plato, creí que lo de “Salvo” era porque te “salvaban” cualquier comida; pero no, se atribuye a que su creador se llamaba Salvatore.

En realidad es casi un auténtico gazpacho: tomates, pimientos, cebollas, ajos, aceite de oliva. Cuando lo hizo en casa, en un momento, uno de esos días calurosos de agosto, me gustó la rapidez de la preparación y el sabroso resultado final. Cuando ya me dijo que era de Sicilia aún me supo mejor porque trajo a mi memoria los escenarios de “El Gatopardo”, que leí hace muy poco.

Probad la receta, os “salvará”, sin duda y, si podéis, leed “El Gatopardo”, puede ser también una “salvación” en muchos momentos.

Ingredientes (para 6 personas)

600 grs. de penne o macarrones

4 tomates maduros pelados

½ pimiento rojo

½ cebolla

2 dientes de ajo

1 guindilla

Sal

Aceite de Oliva

150 grs. de ricotta salada (si no tenemos se puede sustituir por queso de oveja mantecoso) rallada

La elaboración es muy sencilla:

  1. Trituramos los tomates pelados (si se hace en thermomix pueden ser sin pelar), la cebolla, el pimiento rojo, los dientes de ajo y la guindilla, hasta que estén completamente líquidos, como si fuera un gazpacho.
  2. Ponemos al punto de sal y añadimos en torno a 100 grs. de aceite de oliva o más según el gusto de cada uno.
  3. Cocemos la pasta al dente. Nada más escurrirla, la mezclamos con el queso rallado para que al contacto con el calor se ponga meloso.
  4. Vamos añadiendo la salsa a la pasta hasta que veamos que está a nuestro gusto. No debemos poner demasiada salsa para que no quede muy pesado.

La salsa “a la salvo” se puede hacer con antelación y tener en la nevera para imprevistos.

Cocina Pasión

lomo con chutney

Lomo de cerdo ibérico a la sal con chutney de mango

El lomo de cerdo ibérico a la sal es una de esas recetas que resulta muy bien con un mínimo esfuerzo y te vale para una ocasión especial. Es cierto que el lomo ibérico tiene muchas preparaciones, también muy sabrosas, pero para mí esta es la mejor ya que potencia todo el sabor del cerdo ibérico y si sobra es ideal como carne fiambre.

Esta receta la hago muy a menudo durante el verano, sobre todo cuando estamos de vacaciones, ya que permite prepararla con antelación y tomarla fría al llegar de la playa o de una excursión.

Puede hacerse también con lomo de cerdo normal y resulta igualmente bueno, aunque para una comida en la que quieres quedar realmente bien nada como el ibérico.

La preparación se presta a variedad de salsas, incluso a ponerlo sólo con unas patatas fritas. Yo he elegido la que más me gusta para este lomo, el chutney de mango. Para ello sigo la receta del blog de PepeKitchen, es la que más me gusta de las varias que he elaborado y además haciéndola con la Thermomix se ahorra mucho tiempo.

Ingredientes para el lomo a la sal (para 6 personas)

I k. de lomo ibérico en una sola pieza

2 k. de sal gorda

Un manojo de hierbas aromáticas frescas (yo le pongo romillo, romero y salvia)

  1. Precalentar el horno a 200ºC.
  2. Poner una cama de sal en una fuente de horno. Sobre éstas acostar algunas hierbas aromáticas y encima colocar el lomo. Cubrir por encima con el resto de las hierbas y añadir el resto de la sal hasta que quede completamente cubierto. Salpicar con algo de agua por encima para ayudar a  cerrar bien el sarcófago de sal
  3. Introducir el lomo en el horno y dejarlo entre 45 y 50 minutos. Sabremos que está hecho porque se abrirá la sal. No dejarlo más tiempo para evitar que quede seco, ya que debe quedar algo sonrosado.
  4. Sacarlo inmediatamente de la sal, limpiarlo y ponerlo sobre una fuente, Se puede servir templado o frío.

Chutney de mango

Ingredientes

120 gr. cebolla

 2 dientes de ajo pelados

75 gr jengibre fresco pelado

 2 chiles frescos o una cayena,

300 gr, tomates muy maduros,

Un mango grande,

 200 gr. pulpa de calabaza

 200 cc. Vinagre de manzana

60 gr. pasas sin semillas

 15 gr. sal marina

200 gr. azúcar moreno

 4 clavos

5 vainas de cardamomo

Una cucharadita de canela molida.

 Yo utilizo la Thermomix para esta preparación pero igualmente puede hacerse en una cazuela como si fuera una mermelada y removiéndolo para que no se pegue.

  1. Pon en el vaso de la Thermomix en trozos la  cebolla, los ajos, el jengibre, los chiles y los tomates y lo  trituramos todo junto 10 segundos a velocidad 4.
  2. Añade la pulpa de mango y la de calabaza, cortada en trozos y pícalo dos segundos a velocidad 4. Añade el resto de ingredientes y cuece a fuego medio unos 55 minutos, velocidad  a 100º, velocidad 1.
  3. Una vez que termine el tiempo programado compruebe que la textura quede como de mermelada, si no es así programa algún minuto más.
  4. Déjala enfriar. Puedes utilizarla hoy mismo o meterla en botes de cristal esterilizados para conservarla. Con esta receta obtendrás bastante salsa y probablemente te sobre para otra ocasión, ya que acompaña muy bien a cualquier plato de carne.