Como estos días he estado un poco mustia, nada mejor para reincorporarme a la cocina y al blog que unos bollitos dulces con chocolate negro. El dulce y el chocolate siempre parece que te reconfortan y te hacen sentir mejor. Uno de estos bollitos de mantequilla y chocolate negro con un buen vaso de leche anima a cualquiera y apetece aun en estos días de tormenta primaveral.
Para hacerlos tuve que amasar, ¡mi gran caballo de batalla! Pero no me desanimo, insisto, insisto e insistiré hasta que me salgan bien. Aquí me empleé a fondo y estoy bastante satisfecha con el resultado. Me leí las explicaciones detalladas (por enésima vez) del libro de Anna Bellsolà “Pan en casa, del horno al corazón” y me puse manos a la obra. Quedaron esponjosos, subieron bien, aunque todavía necesito bastante práctica pero lo lograré porque se me ha metido entre ceja y ceja.
La receta es del libro que os he mencionado de Anna Bellsolà y es una delicia para merendar o desayunar un domingo.
Si estáis peleados con las masas como yo, practicad con esta receta, y si lo que os gusta es el dulce, también.
1/2 kilo de harina de fuerza
325 ml de agua
80 gr de mantequilla
35 gr de azúcar
25 gr de leche en polvo
10 gr de levadura fresca
10 gr de sal
200 gr de pepitas de chocolate
Un huevo batido
- Preparamos todos los ingredientes que deben estar a temperatura ambiente.
- Ponemos casi toda la harina (dejamos un poco a parte para ir añadiendo si hiciera falta) en un recipiente grande, hacemos un volcán en el centro y ponemos el agua templada y la levadura. Vamos mezclando bien.
- Añadimos la leche, el azúcar y la sal y seguimos mezclando. Por últimos incorporamos la mantequilla cortada en cubitos y seguimos mezclando. En este momento es mejor incorporar las manos para poder mezclar con más intensidad.
- Ponemos la masa ligada en la superficie de trabajo y la vamos amasando poco a poco, doblando la masa hacia nosotros, presionando y volviendo a doblar, durante unos diez minutos. Hay que tener en cuenta que esta masa es un poco pegajosa, pero si queda demasiado habrá que añadir algo de harina y si está demasiado seca, poner un poco más de agua. Cuando veamos que la masa está lisa y elástica ponemos las pepitas y las mezclamos mientras amasamos.
- Dejamos entonces la masa reposar en un recipiente tapada con un paño húmedo durante una hora.
- Cuando veamos que ya ha subido, dividimos la masa en partes iguales. Podemos hacer porciones de 200 gr o algo más pequeñas, de 100 gr. Yo las hice de 200 pero creo que es mejor hacerlas más pequeñas. Las dejamos reposar separadas en la mesa de trabajo tapadas con un paño húmedo, media hora.
- Pasado este tiempo, cogemos cada porción y la damos forma de bola con cierta delicadeza. Vamos poniendo las piezas en la bandeja de horno. Cuando tengamos todas, las tapamos con un paño para que suban. Dejamos la bandeja en un lugar cálido unas dos horas.
- Pasado este tiempo precalentamos el horno a 180º, pintamos los bollos con huevo batido y los metemos al horno durante una media hora. Cuando estén tostaditos, los sacamos y lo dejamos enfriar en una rejilla.
¡Prepara la leche que vamos a merendar!
Cocina Pasión