“Pasión por el chocolate” es el nombre de un libro con recetas que tenían como ingrediente principal este tótem de la alimentación o del placer o del deleite. Este libro ya tiene algunos añitos pero recuerdo que cuando cayó en mis manos la primera vez, sus deliciosas fotografías, la lujuriosa composición del chocolate en todas sus versiones me hizo casi oler los dulces que se presentaban en sus páginas. Confieso que nunca hice una de estas recetas, lo que quería era hojear el libro, para deleitarme con sus dulces y sus recetas. Esto me ratifica en el hecho de que soy una verdadera fan del chocolate, por supuesto, y, sobre todo, de los libros de cocina. A veces incluso me gusta más ver un libro que cocinar una de sus recetas. Cuando cae en mis manos alguna publicación culinaria ya sea antigua o recién salida de la imprenta, la veo, la manoseo, la releo y durante días la llevo a todos los sitios. En ocasiones, no hago ninguna receta pero, es igual, lo importante para mí es el libro.
Algo parecido he sentido recientemente con “Las recetas de la pastelería Hummingbird”. Había oído hablar de él en algún blog y me propuse conseguirlo. Para mi sorpresa fue fácil, y un par de días después lo encontré en una librería cercana a mi casa. Las fotos que muestra de los dulces que cada día vende en sus escaparates son tan espectaculares que he pasado varios meses deleitándome, pensado: «voy a hacer esto o aquello», sin tan siquiera intentarlo porque a veces es más placentero imaginarlo que llevarlo a cabo. Es como asomarme al escaparate de una pastelería cuando era niña. Me lo comería todo, pero lo verdaderamente valioso era deleitarme a la salida del colegio con cada uno de esos pasteles deliciosos sólo con la vista.
Finalmente hoy ya me he rendido y he decidido preparar alguna de sus deliciosas tentaciones: “galletas de dos chocolates”. Por qué éstas. Porque son de chocolate, porque a mis hijas les encantan las galletas de chocolate, porque me gusta el olor que dejan en la casa mientras se cuecen en el horno, porque siempre apetece una pequeña golosina con el café de media tarde. En fin, porque yo también tengo pasión por el chocolate (y por los libros que hablan de él) y porque también sigo siendo una niña.
Espero…, no, sé que os gustarán.
Ingredientes (para 16 galletas)
50 grs de mantequilla
350 grs de chocolate negro
2 huevos
150 grs. de azúcar moreno
¼ de cc de extracto de vainilla
85 grs de harina
½ cc de sal
½ cc de levadura en polvo
He adaptado la receta a la thermomix porque así es mucho más fácil.
- Tamizamos la harina con la sal y la levadura en la thermomix 10 segundos, velocidad 7. La retiramos del vaso a un cuenco.
- Picamos el chocolate durante 3 segundos velocidad 8. Lo retiramos del vaso.
- Precalentamos el horno a 170 ºC.
- Tomamos 250 grs de chocolate y lo ponemos junto con la mantequilla al baño maría para que se vaya fundiendo. Debemos ir dando vueltas para que quede bien ligada la mezcla.
- Mientras se derrite el chocolate, ponemos en la thermomix junto con la mariposa los huevos, el azúcar y la vainilla y batimos 4 minutos, velocidad 3.
- Bajamos la velocidad a 2 y seguimos batiendo mientras vamos incorporando la mezcla del chocolate.
- Una vez hecho esto y sin dejar de batir añadimos harina y levadura que teníamos aparte, no de golpe sino en tres tandas. Batimos sólo hasta que quede bien mezclado.
- Retiramos la mariposa y añadimos el resto del chocolate picado mezclándolo con la espátula a mano.
- Para forma las galletas, preparamos dos fuentes de horno forradas por papel de horno y añadimos una cucharada grande para cada galleta. Dejamos una separación de 6 centímetros entre cada porción con el fin de que puedan crecer sin estorbarse.
- Las metemos al horno unos 12 minutos. Sabremos que están porque se cuartean. Tienen que quedar blanditas al tacto, para que una vez frías estén en su punto.
- Las dejamos enfriar en una rejilla.
Las galletas resultaron realmente deliciosas, con una textura tierna, como la de un brownie.
Quizá debería aventurarme con otra de estas recetas…
Cocina Pasión